Desde hace ya algún tiempo, la creciente frecuencia de las enfermedades alérgicas y del asma ha creado nuevos retos en los ámbitos de la medicina preventiva, la protección ambiental y la investigación farmacológica. El presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, Tomás Chivato a señalado que una de las causas que explican el número de alérgicos con enfermedades respiratoria es la mala calidad del aire en muchas ciudades. Según datos presentados en las primeras jornadas de actualización de alergias respiratorias: Polinosis, existe una clara relación entre la contaminación ambiental y el aumento de las alergias a ciertos tipos de pólenes y dos recientes estudios publicados en The New England Journal of Medicine han concluido por su parte que con la exposición a las micropartículas de la contaminación (las partículas de los vehículos diesel son capaces de aumentar la alerginidad mas de 20 veces.) los asmáticos empeoran y la capacidad pulmonar de la población en general empeora. Según los últimos estudios para el 2020 la mitad de la población española padecerá alergias. En opinión de muchos doctores y afectados, las alergias y el asma están tomando proporciones epidémicas. Hoy en día, el asma ya es la enfermedad crónica infantil más frecuente.
Con los conocimientos actuales se sospecha como elementos relacionados: La cantidad de alérgenos y contaminantes en el entorno, cambios en la reactividad inmunológica, cambios en la reactividad no específica y en función de barrera de la piel y de las mucosas, factores genéticos.
Reducir la cantidad de alérgenos tiene gran importancia, especialmente porque, si se empieza a tiempo, la progresión de la enfermedad y probablemente incluso la propia manifestación de una alergia, pueden ser influenciada de forma notoria, sobre todo en el caso de los niños con predisposición alérgica.
El aire de interior está contaminado no solo por contaminantes gaseosos como el formaldehído, el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno, sino también y especialmente por metales pesados (del humo de cigarrillos, calderas de gas, humo de coches...), hollín, bacterias, virus, vapor de aceite, esporas de moho, ácaros de polvo doméstico, polen y otras partículas contaminantes cuya importancia como alérgenos ha sido probada.
Nuestras tecnologías sanitarias de purificación de aire son muy eficaces en eliminación de gran cantidad de alérgenos y además disponemos de la única máquina portátil del mundo que crea una “burbuja de aire protegida” que evita que entren en nuestras vías respiratorias los diferentes contaminantes con lo que sino hay contacto con el alérgeno no hay enfermedad. Disponemos del informe del mes de enero de la prestigiosa revista Discovery Salud en el cual analiza con detenimiento todas nuestras tecnologías el cual nos puede solicitar. |